Este
precioso borgo conocido también como
la Pequeña Jerusalén (por la numerosa
población judía que se asentó en la localidad desde el siglo XVI), está situado
en la Maremma, en provincia de Grosseto.
Es
impresionante observar cómo están construidas las casas, parece que son las
flores que emanan de los tallos que son las rocas de toba calcárea, formando
una armonía espectacular. La colina guarda numerosos secretos, excavada en su mayor
parte porque albergaban tumbas etruscas, aunque en la actualidad se pueden
visitar pero otras han pasado a ser bodegas de las casas. Y es que hay un vino bianco muy recomendable en el pueblo, de
variedad Trebbiano y Chardonnay, perfecto para sentarse a saborear una copa y
contemplar el espectáculo que ofrece la arquitectura de Pitigliano o visitar las bodegas Cantina di Pitigliano y ver in situ la elaboración de estos caldos.
El
pueblo es pequeño y se recorre tranquilamente en unas horas, te proponemos este
pequeño recorrido para ver lo más importante. Pero como siempre, la mejor
opción es perderse e ir descubriendo los callejones y los palacios poco a poco
y observar cómo el aprovechamiento del espacio era máximo para construir las
casas.
La
Piazza Petruccioli donde está la Porta
della Cittadella, que da acceso al centro histórico y pocos metros después,
siguiendo por Via Cavour te encontrarás con el acueducto, del siglo XVI,
construido por los Medici (sí, los de Florencia). A continuación, el Palazzo
Orsini, (la familia adinerada que dio un gran esplendor al pueblo en la edad
media), en cuyo interior está el Museo Arqueológico Etrusco y el Museo
Diocesano de Arte Sacro, con obras de Jacopo della Quercia. El patio y el pozo
hexagonal son muy bonitos.
El
duomo de San Pietro e Paolo de fachada barroca, está situado en la Piazza San
Gregorio VII, tiene una característica muy curiosa: il campanile, que está
construido dentro de otro.
Para
hacer fotos te recomendamos que vayas a la pasarela que va desde Via Santa
Chiara hasta Piazza della Repubblica, donde encontrarás una panorámica
espectacular del Pitigliano. Y tienes que ir a diferentes horas para captar las
mejores fotos con luz natural y con el pueblo iluminado por la noche.
Como
decíamos al principio la presencia judía fue muy importante desde el siglo XVI,
pero ésta fue decayendo y los judías acabaron creando un gueto. El barrio judío
se encentra en la antigua ciudadela, pasado el túnel de Via Zuccarelli, en el
que se puede visitar la sinagoga del siglo XVI y reconstruida en 1995, las
estancias para los baños rituales, la cantina, el horno de pan ázimo y el
cementerio judío.
Por último, el 19 de marzo, es la fiesta más importante del año, La Torciata di San Giuseppe que
consiste en que un grupo de encapuchados recorren el pueblo con antorchas y
hasta la Piezza della Repubblica donde queman un muñeco que representa el
invierno y con ello dan la bienvenida a la primavera. Así que si no tienes plan para el fin de semana de San José, ¡Pitigliano te espera!
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